¿La fiesta de la virgen de Guadalupe opaca el Adviento?
- Jesús Avalos Díaz
- 7 dic 2017
- 2 Min. de lectura
El Adviento es el tiempo litúrgico que nos prepara a través de la reflexión de la Palabra de Dios, de la sobriedad y de los sacramentos a esperar la Navidad. La santa Iglesia en su sabiduría de Madre y Maestra nos enseña que ninguna celebración debe empañar esta celebración que nos encamina a celebrar el misterio del Nacimiento del Hijo. Dios mismo que se hace hombre por nosotros.

Pero ¿Qué pasa con los mexicanos que celebramos con gran pompa a Santa María de Guadalupe? ¿Estamos desobedeciendo la sobriedad y estamos siendo sordos al llamado de la Iglesia? Claro que no. Por el contrario, tenemos la oportunidad de celebrar de mejor manera la Navidad, pues tenemos las siguientes ventajas:
1. María es uno de los personajes más importantes en el tiempo del Adviento. Ella fue la primera persona en preparar la llegada del Salvador. María nos enseña con su amor materno a esperar con todo amor al Hijo. Y nos enseña a preparar esa llegada aunque el mundo nos parezca adverso.
2. Santa María de Guadalupe como tal es un mensaje Cristiano. Ella no vino a anunciarse a sí misma, ella vino a traernos a Jesús. Cuando contemplamos la bellísima imagen vemos a una mujer que mira a los suyos, a los que Cristo su Hijo le dio. Ella es una mujer en espera. Trae en su vientre a alguien mayor que ella y por eso su postura es de humildad. Acudir en estos doce días a María es recordar que ella trajo a su Hijo y nos anunció con toda verdad: "Yo soy la madre del VERDADERO DIOS POR QUIEN SE VIVE".
3. María calló la espera del Hijo amado, esperó la respuesta de José su esposo. Calló su gloria ante los hombres y vivió como una mujer más. Sufrió la pérdida del Hijo y su cruel muerte. Pero hasta el final fue fiel aunque no todo lo comprendía. Ella nos enseña algo: Dios te ayuda y jamás te abandona. Dios es fiel. Por eso ella sale al encuentro del pueblo y dice "¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?" Ella entiende nuestro sufrir y dolor. Y sabe que la libertad está en su Hijo. Por ello nos congrega en su casa y nos hace hermanos como nación para mostrarnos al VERDADERO DIOS .
El Adviento aunado con María de Guadalupe es una solida reflexión de verdad. Ella nos prepara para recibir a Jesús como pasó en la evangelización y como puede pasar hoy si escuchamos la invitación de ir al encuentro de Jesús que viene ya.
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